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¿Para qué sirve una fresadora?

¿Para qué sirve una fresadora?

El sector metalmecánico requiere de las máquinas-herramientas más poderosas y al mismo tiempo más precisas para modelar y perfilar piezas metálicas con un diseño muy específico. Una de estas máquinas es la reconocidísima fresadora. Aunque tengas una idea sobre su funcionamiento y sus aplicaciones en la industria de hoy, seguramente te has preguntado: “¿para qué sirve una fresadora?”. Acá encontrarás una respuesta completa sobre esta máquina tan necesaria.

Sabemos que las demandas de las distintas empresas e industrias en cuestión de piezas modeladas son cada vez más específicas. Se necesita una precisión milimétrica para que unas piezas se ajusten y sincronicen perfectamente entre sí, lo que asegura una eficiencia energética, un ahorro en el tiempo de trabajo y en los costos de reparación.

Dada esta necesidad, cada vez parecen nuevos modelos de máquinas-herramientas con especificaciones técnicas superiores capaces de ejecutar trabajos de altísima y garantizada calidad. En Aeromaquinados estamos comprometidos con el crecimiento de tu actividad industrial y empresarial, y por ello te ofrecemos las mejores fresadoras disponibles en el mercado.

Ahora bien, antes de decirte para qué sirve una fresadora, es necesario que sepamos qué es, cómo funciona, cuáles son sus partes y qué ventajas representa.

¿Qué es una fresadora?

Una fresadora, básicamente, es una máquina-herramienta (puedes profundizar en este concepto acá) que está diseñada para desbastar una pieza, quitándole material mediante un movimiento rotativo de filos de corte o fresas. Esencialmente, eso es lo que hace: darle una forma definida a una pieza, usualmente metálica.

Sin embargo, la pieza puede ser casi cualquiera. Las características de este material (como la densidad, el volumen, el peso, etc.) así como la forma final que se desee, determinarán cuál es el tipo de fresadora y la técnica más adecuada para mecanizarla. Hay muchos tipos de fresadora, que más adelante veremos.

Por lo pronto, debes saber que las fresadoras han evolucionado a lo largo de la historia, adaptándose a las necesidades propias de cada actividad en donde se requiera. Así, aunque funcionen con los mismos principios, las fresadoras varían unas de otras en cuanto a sus especificaciones técnicas, a su potencia, e incluso en su operación.

Para entender para qué sirve una fresadora actualmente, merece la pena que veamos un poco de sus aplicaciones y los usos que se le han dado en la industria a lo largo del tiempo.

Historia de la fresadora

Si nos remitimos a la historia, los orígenes de la fresadora son difusos. Es claro que el ser humano ha modelado piezas de todos los materiales mediante la técnica del mecanizado desde hace muchos siglos. Sin embargo, hay un consenso en la historia de la tecnología que indica a Eli Whitney, estadunidense, como el inventor de la fresadora moderna en 1818.

Originalmente estaba pensada para agilizar el proceso de producción de las partes que compondrían un mosquete o fusil. Es decir, en el modelado de piezas individuales estandarizadas producidas de forma masiva. Se les daba una forma definida, que fuera tan perfecta que pudiera ser ensamblada en otras piezas sin ningún contratiempo.

Como ya se mencionó, la fresadora evolucionó en el tiempo, adaptándose a los trabajos en donde se requería una pieza perfectamente mecanizada. Pero en 1861 viene al mundo la fresadora universal, la Brown&Sharpe, cuya versatilidad la hacía ideal para los más variados trabajos. Su diseño, esencialmente, se puede ver en las fresadoras actuales.

Funcionamiento

A pesar de los distintos tipos de fresadora que actualmente se encuentran en el mercado, el funcionamiento de la fresadora, desde que fue inventada por Whitney y patentada en el diseño universal de la Brown&Sharpe, sigue básicamente los mismos principios: el mecanizado de una pieza mediante el movimiento rotatorio de una fresa, que es un objeto extremadamente duro y filoso capaz de desbastar materiales de alta densidad.

Así, una fresadora remueve la viruta o material residual de una pieza para darle una forma concreta y definida milimétricamente. El modo en que lo haga dependerá del tipo de fresadora, que pueden clasificarse según la orientación del husillo en donde se encuentra a la fresa, según la especialidad de la mesa en donde se afirma la pieza a intervenir, o el número de ejes en los que puede funcionar.

Antaño, las fresadoras necesariamente requerían de la presencia de un operario que manipulaba las manivelas, que determinaban el movimiento o bien de la mesa o bien de la fresa, para darle una forma a la pieza. Actualmente, las fresadoras cuentan con un sistema electrónico que les posibilita una automatización increíble. Así, el funcionamiento de las fresadoras con sistema CNC garantiza piezas de un acabado milimétricamente ejecutado.

Partes de una fresadora

Como ya sabes, actualmente hay muchísimos modelos de fresadoras, diferentes entre ellos por sus especificaciones técnicas. Ten en cuenta que las fresadoras con sistema CNC cuentan con un panel de control digital para introducir las cifras en virtud de las cuales la fresadora dará forma a la pieza. Las partes comunes a toda fresadora son:

  • Cabezal de corte
  • Motor
  • Husillo y Fresa
  • Mesa
  • Carro de desplazamiento lateral
  • Carro de desplazamiento transversal
  • Columna
  • Ejes de desplazamiento X, Y, y Z.

Para qué sirve una fresadora

¿Para qué se ha utilizado?

La historia de su invención es fascinante, pero basta decir que Whitney, con la fresadora, revolucionó la manera de manufacturar bienes a gran escala: la fresadora permitió la fabricación de un producto estandarizado. Es decir, que las partes que compondrán un producto final sean fabricadas individualmente y, siendo virtualmente iguales, cumplan con exactamente las mismas características y la misma función.

Las demandas de este ambicioso plan de Whitney fueron satisfechas con suficiencia gracias a la fresadora. Esta máquina-herramienta permitía modelar piezas metálicas con una gran precisión en poquísimo tiempo, con el fin de elaborar mosquetes y fusiles funcionales. Más tarde, esta enorme ventaja de la fresadora se integró en otras áreas de la industria.

A finales del siglo XIX y comienzos de XX, la fresadora fue la máquina-herramienta destinada para la fabricación de tornillos. Pero no se limitó a ello, fue una máquina especialmente relevante que potenció la ya iniciada Revolución Industrial. Se mecanizaron engranajes y fresados helicoidales que hicieron parte del sector del transporte, la agricultura, la aviación y la fabricación de utensilios domésticos.

Para qué se utiliza actualmente

El tiempo presente se caracteriza por una industrialización y un avance tecnológico sin precedentes. De este modo, la innovación es una idea materializada que determina la invención y el diseño de piezas cuya forma es realmente específica.

De este modo, las fresadoras automatizadas mediante sistema CNC, que se caracterizan por su gran versatilidad y polivalencia en variadísimas tareas, satisfacen la demanda de piezas para los distintos campos de la industria.

Por ejemplo, el mecanizado de materiales metálicos es una actividad común en el sector metalmecánico. Sin embargo, no se reduce a ello. En el campo del transporte (que incluye el aeronáutico, el ferroviario, y el automovilístico), las máquinas implicadas en sus actividades necesariamente cuentan con piezas o elementos que fueron previamente mecanizados. De otra manera, sería imposible que fueran siquiera funcionales o eficientes.

Por otro lado, el uso de las fresadoras es un recurso obligado para la producción de piezas estandarizadas destinadas al sector energético, como molinos de agua, aerogeneradores e incluso plantas hidroeléctricas. Pero, de lejos, su uso más popular lo encontramos en los talleres. En la fabricación de piezas diseñadas milimétricamente, pensadas para suplir alguna necesidad o ejecutar alguna función.

¿Dónde conseguir una fresadora en Colombia?

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